El año 2014 pasará a la historia del periodismo hondureño como uno de esos períodos oscuros de silencio forzado, con el asesinato de diez periodistas, comunicadores sociales y trabajadores de medios de
comunicación. Todos estos crímenes continúan impunes, y la respuesta del Estado a las demandas de una investigación efectiva y sanciones a los responsables, es culpabilizar a las víctimas.