Alerta No. 138-2020
Comité por la Libre Expresión (C-Libre).- Antes y durante una rueda de prensa organizada por diferentes organizaciones defensoras de derechos humanos, sociedad civil y del movimiento social, cerca de cinco integrantes de la Policía Nacional realizaron acciones de intimidación hacia la actividad, realizada el pasado 03 de diciembre, fuera de las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, en Tegucigalpa.
Al momento de realizar los preparativos para realizar la acción de prensa, de forma insistente, un miembro de la Policía Nacional preguntó a los y las presentes, el motivo del acto, según él, “obedeciendo instrucciones de su superior”.
Posteriormente, dos miembros más de la Policía, cerraron la entrada a las instalaciones del Poder Judicial y restringiendo la llegada al público.
Seguidamente, se ubicaron en diferentes puntos y comenzaron a tomar fotografías, tanto a periodistas como a los liderazgos de las organizaciones de sociedad civil, derechos humanos y del movimiento popular hondureño.
C-Libre, constató la actitud policial durante la actividad.
La rueda de prensa fue convocada por: La Coalición contra la Impunidad, Convergencia contra el Continuismo, Plataforma para la Defensa de la Salud y la Educación, Coalición Anticorrupción, Mesa de Derechos Humanos, El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
El coordinador de la Acción Ecuménica por los Derechos Humanos (AEDH), Carlos del Cid, expresó a C-Libre, su rechazo a la conducta policial y aseguró que se trata de una campaña para levantar perfiles a organizaciones contrarias a Juan Orlando Hernández.
“Tiene una orden de minimizar las reacciones de la sociedad civil contra la presencia del ejecutivo. Nosotros diremos que la Policía que se hizo presente trae una orden y es de vigilar toda disidencia a la gestión gubernamental por parte de organizaciones de derechos humanos”, manifestó del Cid.
La Declaración de principios sobre Libertad de Expresión, en su inciso uno establece que: “La libertad de expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas”.
Añade el texto que la libertad de expresión es un “requisito indispensable” para la existencia misma de una sociedad democrática.