Alerta 0009-2023

Tegucigalpa, Francisco Morazán., (C-Libre). – El editor de medios de comunicación televisiva, Carlos Gerardo Barahona fue ultimado de varios impactos de bala la medianoche del 30 de enero, cuando se disponía a estacionar su vehículo a inmediaciones de su casa en la colonia Kennedy, de la capital hondureña, una zona incluida el estado de excepción declarado por el Estado.

De acuerdo con la información preliminar, divulgada en los medios de comunicación, desconocidos armados en plena calle comercial de la colonia, lo bajaron del vehículo y cinco balazos dejándolo muerto en el acto al parecer “continuaron haciendo de las suyas en el resto de la capital”, indicaron medios locales.

Carlos Gerardo Barahona (30) tenía unos 14 años de laborar en Suyapa Medios, un canal católico, como editor del noticiero estelar de Suyapa Medios, NOTIFIDES, era miembro de la comunidad garífuna y se había desempeñado en el área de la producción televisiva en varios medios de comunicación.

Sobre el paradero de los hechores que huyeron en su vehículo de tipo turismo color negro, no hay pistas ya que ni seguimiento se les pudo dar pues las cámaras de vigilancia del 911 hace meses que no funcionan.

Carlos Ramos, Director de Contenidos y presentador del noticiero, comentó que este lunes 30 de enero al concluir la emisión del noticiero se despidió de él, sin imaginarse que sería la última vez que lo haría “cerca de las 9:10 de la noche, nos dimos un abrazo y un fuerte apretón de manos y me dijo; ya se acerca del día clave de la Virgen va tocar quedarse a dormir aquí».

Esto en referencia, acotó a la celebración Nacional a la Virgen de Suyapa que demanda la post producción de varios contenidos para los medios de comunicación de la Iglesia Católica en la arquidiócesis de Tegucigalpa y en los que Carlos Gerardo Barahona estaba vinculado en la edición no lineal de ese material audiovisual.

Luego de salir de la jornada de trabajo, Carlos Barahona se encontró con algunos amigos de esa colonia capitalina para jugar al futbol en una de las canchas del sector.

“Tipo 12:30 de la noche pasó dejándome por la casa y 20 minutos después me llamo un amigo que vive, por ahí donde Carlos y me dijo Gerardo está herido”, pero al llegar ya estaba muerto, comentó a C-Libre uno de amigos que por motivos de seguridad se omite su nombre.

Otras de las personas visiblemente afectados por el asesinato expresaron que en esa zona se han dado varios asaltos y robo de carros y no entienden porque no funcionan las cámaras del 911.

Hace unos seis meses, Carlos Gerardo Barahona había comprado un carro Honda Civic 2009 color negro, placa HAZ9514 motivo por el cual lo habrían asesinado, según informe preliminar de la Policía Nacional.

Sin embargo, algunas pesquisas realizadas por C-Libre se conoció que el cuerpo tenía varios golpes en el brazo y costado izquierdo de su cuerpo y que varios de los disparos habrían sido en la espalda, por lo que es importante valorar diversas hipótesis además del robo del vehículo. 

Igualmente, C-Libre recuerda que además varios casos de periodistas asesinados fueron en el marco de supuestos incidentes criminales que permanecen en investigación. Con el asesinato de Carlos Gerardo Barahona suman 99 los periodistas asesinados en Honduras desde 2001, siento el primero de 2023 y el quinto de la actual gestión de Xiomara Castro.

El Comité por la Libertad de Expresión reitera al gobierno que preside doña Xiomara Castro un llamado a considerar los escasos resultados que se están obteniendo con el estado de excepción decretado en varias zonas del país e implementar otras acciones que ciertamente garanticen lo que se establece en el Artículo 59 de la Constitución de la República de Honduras.

La persona humana es el fin supremo de la Sociedad y del Estado. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla. La dignidad del ser humano es inviolable. Para garantizar los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución, créase la institución del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. La organización, prerrogativas y atribuciones del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos será objeto de una Ley Especial.

La Relatoría Especial por la Libertad de Expresión recordó que los asesinatos de periodistas constituyen la forma más extrema de censura, y no pueden ser tolerados en una sociedad democrática. Es deber del Estado asegurar que los delitos contra la libertad de expresión estén sujetos a investigaciones y procedimientos judiciales independientes, rápidos y efectivos. Asimismo, durante las investigaciones no debe descartarse la evaluación de la posible vinculación del crimen con el ejercicio periodístico.

Las autoridades no deben descartar al ejercicio del periodismo como un móvil del asesinato y/o agresión antes de que se complete la investigación, así como proveer con recursos adecuados y personal especializado a las instituciones encargadas de la investigación de este tipo de asuntos.

Tanto la Comisión como la Corte IDH se han referido al efecto amedrentador que los crímenes contra periodistas tienen para otros y otras profesionales de los medios de comunicación, así como para los y las ciudadanas que pretenden denunciar abusos de poder o actos ilícitos de cualquier naturaleza; este efecto amedrentador solo podrá evitarse, según afirma la Comisión Interamericana, «mediante la acción decisiva del Estado para castigar a quienes resulten responsables, tal como corresponde a su obligación bajo el derecho internacional y el derecho interno».