En los últimos 12 años más de mil cien periodistas y trabajadores de medios han sido asesinados por su ejercicio profesional. Murieron porque alguien no simpatizaba con lo que escribían o decían, porque estaban
investigando lo que alguien no quería que fuera investigado, porque a alguien no le simpatizaba el periodista o simplemente porque estaban en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
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