Alerta 042-2018

Comité por la Libre Expresión (C-Libre).- En menos de 24 horas, han sido violentamente reprimidas ejercicios de protesta ciudadana en dos puntos del país, la primera en el municipio de Marcovia, en el departamento de Choluteca, la noche del 18 de abril y la segunda en la ciudad capital de Tegucigalpa, la madrugada del jueves 19.

Un video aficionado, que fue transmitido por el canal UNE- TV, muestra el momento en el que se escuchan supuestos disparos y personas afectadas producto del gas lacrimógeno lanzado por elementos policiales, contra las y los manifestantes que denunciaban un cese a la corrupción, así como la investigación de denuncias por el fraude electoral que consolidó la ilegal reelección del Presidente Juan Orlando Hernández, según la descripción del canal en la red social de Facebook.

Posteriormente se escucha una narración de voz femenina, en la denuncia que una patrulla policial supuestamente lleva personas (jóvenes se alcanza a escuchar) detenidas.

La zona sur del país, ha sido militarizada posteriormente al proceso electoral del 26 de noviembre, a raíz de las protestas de miembros de la Alianza de oposición contra la Dictadura que reclaman el triunfo en las elecciones presidenciales de su candidato, Salvador Nasralla.

UNAH continúa como foco de represión

Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la tarde de este jueves fueron violentamente desalojados por miembros de la Policía nacional y Escuadrón COBRAS mientras las y los jóvenes mantenían acciones de protesta en el Boulevard Suyapa.

De acuerdo con información obtenida por C-Libre, la protesta tenía como objetivo denunciar la situación de inseguridad en las instalaciones universitarias, a raíz de la violación hacia una estudiante en el campus de la UNAH en el Valle de Sula (UNAH-VS).

Mientras que dentro del campus de Tegucigalpa, estudiantes del Movimiento Amplio Universitario (MAU) realizaban una acción en conmemoración del 30 aniversario de la desaparición de Roger González, capturado y desaparecido desde el 19 de abril de 1988.

Son reiteradas las ocasiones en las que los uniformados lanzan gas lacrimógeno dentro del campus universitario, afectando la salud de la comunidad universitaria en general y en clara violación de la autonomía universitaria.

En los últimos tres años, el estudiantado de la UNAH ha sido objeto de acciones de criminalización por parte de las anteriores autoridades de la máxima casa de estudios que encabezó Julieta Castellanos, así como repetidas acciones de represión a protestas, mismas que ha documentado C-Libre.

En ambos casos de violación al ejercicio de protesta, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha reiterado que “la protesta social pacífica, como una manifestación del derecho de reunión, es una herramienta fundamental para la labor de defensa de los derechos humanos, esencial para la expresión crítica política y social de las actividades de las autoridades, así como para la fijación de posiciones y planes de acción respecto de los derechos humanos”.