Alerta 081-2018

Comité por la Libre Expresión (C-Libre).- En el marco de una cobertura informativa,  Ángel Sevilla, camarógrafo del canal Hable Como Habla (HCH), estuvo a punto de ser linchado por un grupo de vendedores ambulantes que se enfrentaban contra policías municipales en el centro de la ciudad de Tegucigalpa, Honduras.

De acuerdo a lo denunciado por  el medio de comunicación, Sevilla se encontraba realizando tomas del enfrentamiento entre vendedores y policías en consecuencia de una Ordenanza municipal que prohíbe la presencia de vendedores ambulantes en el sector del casco histórico del Municipio del Distrito Central.

Esta problemática ya suma tres días de choques violentos entre los vendedores y las autoridades municipales y según lo manifestado por el propio director y propietario del medio de comunicación, los vendedores ya le habían anunciado que la presencia de su medio de comunicación era “no grato” debido al abordaje en la línea editorial que deslegitima el derecho al trabajo de las personas que se dedican a la venta ambulante.

“El día de hoy (30 de agosto), nuestro camarógrafo  fue perseguido por una turba de vendedores ambulante y tuvo que refugiarse en el Congreso Nacional, auxiliado por el periodista Alex Cáceres quien afortunadamente pudo proteger a su compañero de labores”, denunció el jefe de prensa Pablo Matamoros. Ver video.

Según lo manifestado por Matamoros en los próximos días se interpondrá una formal denuncia por la agresión a Sevilla, pues pese a los ataques directos en su contra los miembros de la Policía Militar que estaban presentes en el lugar donde ocurrió el ataque, estos “no hicieron nada, cuando su deber era detener al agresor de manera inmediata”.

Durante el presente mes C-Libre ha emitido dos alertas más bajo el mismo contexto de ataques a periodistas del canal HCH por parte de manifestantes que se sienten vulnerados por el abordaje informativo de este medio de comunicación.

 Al respecto, el numeral nueve de la declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, manifiesta que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”.