Alerta No. 142-2020  

Comité por la Libre Expresión (C-Libre).- El periodista Pedro Canelas, fue asesinado este sábado 19 de diciembre, en el municipio de Dulce Nombre de Culmí, departamento de Olancho, zona nor- oriental del país.  

De acuerdo con información de la prensa en el departamento de Olancho, Canelas, de 59 años, fue atacado a tiros por desconocidos a bordo de una motocicleta en el municipio en mención. Fue trasladado hacia un centro hospitalario, pero falleció en el trayecto. 

Sus compañeros en la radioemisora, mencionaron que Canelas, realizaba unas diligencias previo a departir una celebración de fiestas navideñas.  

Canelas era propietario de Radio Bambí (97.7 FM), donde también era el presentador del espacio de noticias, llamado “Correo Informativo” a las 11 de la mañana.  

En su experiencia periodística destaca su labor en Radio Catacamas, en el municipio del mismo nombre, donde era director del espacio “90 minutos”.  

La Asociación de Comunicadores Sociales de Catacamas, emitió un pronunciamiento de condena al crimen contra su colega y exigió se destinen todos los recursos necesarios por parte del Estado de Honduras, para esclarecer este hecho y no quede impune.  

Asimismo, la Asociación de Comunicadores llamó a que se haga “estricto cumplimiento” de las leyes que protegen a los periodistas y otros profesionales en nuestro país, especialmente en el departamento de Olancho.  

El presidente de la organización gremial, el periodista Javier Orellana, dijo a C-Libre que de momento no existe una declaración oficial por parte de las autoridades sobre el crimen, aunque no descarta que una de las hipótesis es que tenga que ver con su ejercicio profesional.  

“El tocó un tema, en su espacio de noticias, mencionó nombres y por ahí devino su muerte, pero es solo una hipótesis”, declaró Orellana a C-Libre desde Catacamas.  

C-Libre tuvo acceso al programa informativo que Canelas dirigía, con fecha de 10 de diciembre del año en curso, donde denuncia la situación de violencia en el departamento de Olancho, a propósito de una discusión en el Congreso Nacional para revertir la prohibición que dos hombres anden en motocicleta 

Textualmente compartimos un fragmento de lo dicho por el comunicador en el programa y fecha en mención: “Ahora, los delincuentes andan más protegidos que antes… el otro detalle, mientras no haya personas, a nivel de cúpula, a nivel de gobierno, a nivel de funcionarios confabulados con el crimen, eso no se va a aparar. El día que a un sicario se le antoja acabar con la vida de un ser humano, la policía está ocupada en otra cosa, mire que coincidencia… Culmí es un enchute, solo tiene la salida hacia Catacamas, esa motocicleta, entró por la carretera que sale hacia Catacamas… Ya han matado gente en pleno parque de Culmí y ¿cuándo los han agarrado?”. 

El vocero de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza, en declaraciones al noticiero TN5 de la corporación Televicentro, de forma escueta dijo que los entes de investigación estaban recolectando evidencias y en la construcción de hipótesis para pronunciarse sobre le caso. 

Con este crimen, suman cuatro los periodistas y trabajadores de medios de comunicación asesinados en 2020, registrados por C-Libre. En el mes de julio fueron asesinados German Vallecillo y Jorge Posas (La Ceiba, Atlántida); Mientras que, en septiembre fue silenciado por las balas criminales Luis Alonso Almendares (Comayagua). Los tres primeros ocurren en en medio de la suspensión de garantías constitucionales impuestas como medida de control ante la pandemia por COVID-19. 

Para la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay, afirmó que “Cuando los periodistas son atacados con impunidad, se produce un fallo de los sistemas de justicia y seguridad para todos”.  

La Relatoría Especial sobre Libertad de Expresión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (RELE-CIDH), el asesinato contra periodistas constituye “la más grave violación de este derecho”.   

Agrega la RELE CIDH que «El asesinato de un periodista no solo vulnera en forma grave su derecho a la vida, sino que suprime en forma radical su derecho a expresarse libremente y vulnera el derecho de las sociedades y de sus ciudadanos y ciudadanas a buscar y recibir informaciones e ideas de toda índole».