Alerta No. 091-2021

Comité por la Libre Expresión (C-Libre)- El periodista Lenin Berrios, del periódico El País, fue víctima de agresión física por parte de un simpatizante del Partido Nacional, de nombre José Canales. El hecho ocurrió en las afueras del centro de votación del Instituto Esteban Moya, en El Progreso, Yoro.

La mañana del domingo 28 de noviembre, mientras daba cobertura al proceso electoral en la ciudad del norte, fue brutalmente golpeado por Canales quien, además, le amenazó de muerte e insultó a la familia del periodista.

“Cuando estaba por ingresar, el agresor cruzó la calle expresamente a darme un puñetazo en el rostro y seguidamente dijo que iba a matarme, dirigiéndose hacia su casa con la intención de sacar su arma de fuego. Sin embargo, cuando sus padres se dieron cuenta de sus intenciones, le impidieron salir” relató el periodista.

Debido a la gravedad de la situación y por temor a represalias contra su familia, Berrios interpuso la denuncia ante las autoridades correspondientes, la cual fue ingresada con número #2718, en la ciudad de El Progreso.

“Inmediatamente denuncié el hecho en las oficinas de la Dirección Policial de Investigaciones, donde me informaron que librarían orden de captura y que inicialmente sería detenido por 24 horas, además de ordenarle medidas de distanciamiento. Sin embargo, esto hasta el momento no ha ocurrido” informó el periodista, un día después del hecho.

Hasta el momento de la publicación de esta alerta, Berrios no tenía la certificación de un médico forense, pues debido al proceso electoral, estaban suspendidas las labores de estos expertos.

“Me preocupa mi vida y la de mi familia, ya que el agresor es conocido por ser una persona violenta y temo que termine cumpliendo su amenaza”, expresó el periodista.

En referencia a este hecho, el numeral nueve de la declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), manifiesta que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión”.