Alerta 083-2022

Tegucigalpa, Honduras (C-Libre). – Graves amenazas a muerte contra la periodista Gilda Silvestrucci y su hija menor de edad fueron vertidas en sus redes sociales y a través de llamadas telefónicas por desconocidos luego que publicara sátiras y críticas periodísticas sobre el expresidente, Juan Orlando Hernández.

Las acciones parecen tener un patrón común se trata de decenas

de llamadas, mensajes y una oleada de acoso cibernético que no podrían ser producidas por una sola persona, por lo que las autoridades del Ministerio Público podrían investigar si se trata de un centro de llamadas “call center” que operar de formar reactiva para limpiar la imagen pública del exmandartario hondureño.

“Las ratas siguen con sus amenazas…”, con estas palabras, la periodista Gilda Silvestrucci inicia una publicación más en sus redes sociales y hace pública una nueva amenaza de muerte.

La publicación sostiene que uno de los protagonistas de la amenaza es otro  periodista ligado a un medio de comunicación ligado al Partido Nacional y quien a traves de perfiles falsos es reincidente en este tipo de acciones contra la comunicadora.

“Donde te mire te arrastro y te mato…y a tu hija las voy arrastrar y las voy a matar”, cita la publicación de un perfil con el nombre de “Luis”.  

Silvestrucci sostuvo que esta persona podría estar ligado al Partido Nacional, de acuerdo con fuentes policiales.

La comunicadora directora del medio digital www.enlaplaza.hn lamenta que representantes de la Fiscalía hondureña tomaran poca atención a su caso, emitiendo opiniones tales como: “quién amenaza no hace nada”, comentó.

“Hago público a este sujeto, y sus amenazas, porque ya en la cúpula policial, saben quién es. No puede ser que uno tenga que aguantar a estos sujetos, solo porque la fiscalía dice que quien amenaza no hace nada”.

C-Libre recuerda al Estado que el Artículo 1 de la Ley del Ministerio Publico, dice “El Ministerio Público es un organismo profesional especializado, libre de toda injerencia político sectaria, independiente funcionalmente de los poderes y entidades del Estado”, así mismo el Artículo número 8, manda dentro de las obligaciones de dicho ente a prestar la “(…) colaboración con otros organismos públicos o privados, velar por el respeto de los derechos humanos”.