Alerta 084-2022

Tegucigalpa, Honduras (C-Libre). – Seis días han pasado desde el atropellamiento de la periodista Alba Azucena López, ocurrido en el bulevar Centroamérica, en Tegucigalpa, Honduras, sin que las autoridades hayan dado con la persona responsable.

La zona que cuenta con varias cámaras de seguridad cuyos videos podrían ser claves para dar con una mujer desconocida quien conducía un vehículo turismo verde entre las 4:00 y las 4:30 de la tarde, el sábado tres de diciembre.

La conductora se dio a la fuga, por lo que las autoridades de la Dirección Policial de Investigación (DPI) iniciaron las pericias del caso con la idea de esclarecer el suceso que algunos ya califican como “atentado criminal”.

La acción podría considerarse como una falta grave de acuerdo con el artículo 98 de la Ley de Tránsito, que sanciona la acción de “Huir o alejarse sin causa justificada después de participar en un accidente, sin presentarse de inmediato ante la autoridad competente”.

“Pasaba la calle, por los pasos de cebra que hay frente a un sitio de venta de comidas rápidas cerca del edificio del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh), luego no sé qué pasó; al despertar ya estaba aquí y con los puntos de la cirugía que me hicieron”, explicó la comunicadora en sala de recuperación.

Según las personas que vieron todo “De manera abrupta me levantó (golpeó) una mujer que conducía carro turismo verde y se dio a la fuga”, comentó la comunicadora.

El pronunciamiento público, emitido el domingo reciente por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) del MDC, condenó “el atentado criminal acaecido el sábado 3 de diciembre” y sostiene que el atentado podría ser debido a represalias por la cobertura y denuncia de casos de corrupción que hace actualmente.

“El hecho ocurrido fue un claro atentado a la vida de nuestra compañera, que debe ser minuciosamente investigado, considerando altamente probable que este atentado no sea casual dado que la compañera es una líder y rostro visible en la lucha, ha estado en permanente denuncias y protestas en defensa de los intereses de la patria durante estos 12 años de narco dictadura”, indicó.

En caso reciente, el pasado jueves 30 de noviembre del presente año, la colega periodista acompañó un plantón frente a la Corte Suprema de Justicia en defensa del proceso de selección de la Junta Nominadora y exigiendo NO a los recursos de amparo de aspirantes a magistrados de la CSJ, que fueron reprobados.

“No pienso claudicar, sino hasta el final, ya cuando se apague mí vida; estoy consciente de ello”, sostuvo en una entrevista al Comité de Libertad de Expresión, momentos antes de ser sometida a otra cirugía reconstructiva de su nariz y sus labios bucal superior e inferior dañados por la quebradura de un diente producto del golpe recibido al pegar contra el concreto del hidráulico luego del impacto vehicular.

“En caso que fuera atentado esto es un mensaje para callar las voces disonantes, pero les ánimo para que seamos constantes, los cobardes quedan atrás, los imprescindibles seamos valientes y constantes, no desmayemos en hacer de Honduras una nación Libre, democrática, organizada y fuerte, tal como la soñó Morazán”, concluyó.

La tentativa de realizar una o varias acciones contra una persona o sus familiares que violenten sus derechos a la vida, integridad personal, psíquica y material, por motivos relacionados con el ejercicio de su profesión como periodista o comunicador social, es una forma de agresión que implica el uso de la violencia con distinta intensidad con la finalidad de atemorizar a las víctimas.

Los atentados contra la libertad de expresión tienen como propósito impedir el ejercicio de dicho derecho en sus diferentes manifestaciones y deben ser considerados hechos de violencia de atención urgente por parte del Estado.

Honduras adoptó en el marco del Examen Periódico Universal la recomendación de Australia para “Garantizar la libertad de expresión y adoptar las medidas para acabar con las amenazas y los ataques contra periodistas y defensores de los derechos humanos incluidas las personas lesbianas gais, bisexuales, transgénero e intersexuales”.