ALERTA 99-2024
Olanchito, Yoro (C-Libre),- Denuncian una campaña de odio y estigmatización que califica a los profesionales del periodismo, de la zona, como periodistas pagados por la municipalidad, es lo expuesto por la Asociación de Comunicadores Sociales de Honduras (ACOSH), capítulo de Olanchito, Yoro.
En diálogo con el equipo técnico del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), uno de los directivos de esta organización, integrada por una diversidad de comunicadores sociales, comentó en su narración de los hechos que la campaña contra los miembros de la prensa en Olanchito proviene de diputados, activistas y otros dirigentes políticos del Movimiento 28 de Junio, del Partido Libertad y Refundación (Libre).
A consideración de la fuente informativa de C-libre, esta situación les pone en alto riesgo de peligro, puesto que otros activistas del Movimiento 28 de Junio podrían agredir físicamente a cualquiera de los compañeros y compañeras que laboran en los distintos espacios informativos de la ciudad. En un conteo aproximado de las agresiones a la prensa que el equipo de ACOSH a contabilizado en el año, ascienden “en unas diez (10) ocasiones en distintos mitin políticos, en los que se califica a los reporteros de ser periodistas pagados para hablar mal del actual gobierno”.
Estas acciones de agresión y descalificación del ejercicio periodístico en Olanchito van en aumento desde el año pasado “ y seguro se darán muchos más en el marco de las elecciones internas y generales del otro año”, acotó este trabajador informativo en la zona norte-central de Honduras.
Al respecto, en un comunicado público los comunicadores sociales hacen un llamado al Diputado Felipe Tomas Ponce para que “instruya a sus activistas políticos a mantener una línea de respeto hacia periodistas y comunicadores sociales”, pues desde hace algunos meses algunos de sus seguidores les han insultado con palabras descalificativas, lo que genera desprestigio a los hombres y mujeres que ejercen el periodismo en Olanchito, en el departamento de Yoro al norte del este país centroamericano.
Integrada por hombres y mujeres de distintos medios de comunicación, radiales, televisivos, escritos y en las plataformas digitales; a través de su pronunciamiento este gremio de profesionales del periodismo hondureño, expresan su repudio a las expresiones de Bernardo Herrera, Jefe de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y activista político del Movimiento 28 de junio y que lidera la familia Ponce, puesto que públicamente Herrera, “la arremetió contra la prensa de Olanchito donde promueve el odio hacia un gremio integrado por personas nobles de la sociedad”.
Según lo expuesto en el material audiovisual a que tuvo acceso C-Libre, el señor Herrera activista y funcionario público del partido libre en un mitin político dijo que todos los periodistas de esa zona están pagados por el alcalde (Juan Carlos Molina) para que hablen mal del actual gobierno, pues aunque se esté generando desarrollo en la zona, los profesionales de periodismo, en Olanchito, “no ven las obras”, sostiene el jefe de la ENEE en Olanchito, ciudad en el valle de la cuenca del río Ulúa, una de las principales cuencas hidrográficas de Honduras.
De cara a esta situación, la ACOSH solicita se haga una aclaración pública de las causas que generan la campaña de odio contra la prensa de Olanchito y responsabilizan a la coordinación del M28 en Yoro y al señor Bernardo Herrera de cualquier hecho de violencia contra periodistas y comunicadores sociales de la ciudad.
Desde las oficinas del Comité por la Libre Expresión, motivamos a las autoridades de los diferentes Partidos Políticos debidamente inscritos en Honduras a desarrollar y ejecutar ambiciones concretas que respondan a un Plan de Acción para sensibilizar al público, así como a las bases políticas locales y nacionales sobre la importancia social del periodismo en los procesos democráticos que se realizan en el país.
Así mismo, instamos a las autoridades del gobierno la adopción de medidas que puedan crear un entorno libre y seguro para los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, fortaleciendo así la paz y la democracia en Honduras.