Alerta 88-2025
Tegucigalpa, Francisco Morazán (C-Libre).- La periodista Cesia Mejía, presentadora de espacios informativos de la Corporación Hable Como Habla (HCH) denunció ataques sistemáticos y amenazas contra su integridad. El contenido del asunto fue público a través de un video difundido en redes sociales, en el que alertó sobre una serie de ataques sistemáticos, amenazas y agresiones verbales dirigidas tanto contra su persona como hacia otros colegas de HCH.
En su mensaje, Mejía dirigió un llamado directo a las autoridades del Partido Libertad y Refundación (Libre), exigiendo el cese de los ataques de sus simpatizantes y el control de la militancia partidaria que, según la comunicadora, ha mantenido una campaña de hostigamiento en su contra. “Por favor, basta ya. Controlen a sus simpatizantes. No pueden seguir amenazando a la prensa ni atacando a todo el que piensa diferente”, expresó la periodista.
Ver alerta de otro caso de agresión a periodista de HCH
La comunicadora también señaló que los ataques han trascendido del plano verbal a amenazas de agresión física, tras incidentes recientes ocurridos en espacios públicos, como el estadio Chochi Sosa, donde otro periodista de HCH fue objeto de insultos, escupitajos y provocaciones dirigidas a intimidarla. “Le dijeron a un colega que me llevara para ver cómo me iba a mí también, ya de manera física. Se imaginan ustedes, todavía se les está cubriendo para informar y tratan mal a los periodistas que solo llegan a cumplir con su labor”, relató Mejía con firmeza y preocupación.
En su declaración, la periodista también cuestionó el ambiente de intolerancia política y el uso de la desinformación como herramienta de odio: “Soy una mujer fuerte, pero hay gente que cree todas las mentiras que inventan y pueden pasar de la agresión verbal a la física. Eso es lo más lamentable.”
Desde el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) se condena tales riesgos para todos y todas las personas, que laboran como obreros de las comunicaciones, puesto que los intereses particulares y de partido priman sobre el crecimiento y fortalecimiento democrático en el país en el actual marco electoral.
C-Libre, recuerda a las autoridades de gobierno que el derecho a la vida, consagrado en el artículo 65 de la Constitución de la República de Honduras, establece que “el derecho a la vida es inviolable” y que el Estado tiene la obligación de garantizar su respeto y protección. De igual forma, el artículo 72 garantiza que “es libre la emisión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin previa censura”.
Por otra parte, a nivel internacional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su artículo 4, reconoce el derecho a la vida como un derecho fundamental inherente a toda persona, así mismo en su artículo 13 protege la libertad de pensamiento y expresión, señalando que nadie puede ser hostigado ni perseguido por sus opiniones o expresiones públicas.
Siendo vinculante para Honduras, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reiterado que el Estado tiene la obligación de prevenir, investigar y sancionar los actos de violencia o amenazas contra periodistas, pues la afectación a un comunicador impacta directamente en el derecho colectivo de la sociedad a estar informada.
Finalmente, el Comité por la Libre Expresión advierte que el caso de Cesia Mejía no constituye un hecho aislado, sino que refleja un patrón sostenido de agresiones e intolerancia política hacia periodistas que ejercen su labor con independencia y sentido crítico.
Este contexto vulnera gravemente los principios democráticos y el pluralismo informativo que debe garantizar el Estado hondureño. De ahí que, C-Libre recuerda que toda amenaza o intento de agresión contra un periodista es una violación directa al derecho a la vida, la integridad y la libertad de expresión, y exige al Partido Libertad y Refundación —así como a las instituciones de seguridad del Estado— actuar de inmediato para detener los ataques y garantizar la seguridad de la comunicadora.
La organización hace un llamado a los organismos internacionales de derechos humanos, misiones diplomáticas y sociedad civil a mantenerse vigilantes frente a este nuevo episodio de intimidación política y violencia simbólica contra la prensa hondureña.



