En Honduras durante 2024 y 2025 se ha intensificado la difusión de mensajes que presentan a las comunidades garífunas del litoral atlántico, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y a las organizaciones campesinas del Bajo Aguán como “criminales” responsables de “invasiones”, “usurpaciones” y “perturbaciones al orden”.
OFRANEH centra su lucha principalmente por la protección del territorio ancestral frente a presiones de empresarios turísticos, agroindustriales y procesos de colonización estatal. Desarrolla procesos de información comunitaria, comunicación intercultural y promoción del enfoque de género basado en la visión matrifocal del pueblo garífuna.
Además, realiza una defensa jurídica constante de sus territorios y derechos, con acciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y enfrenta amenazas como la violencia, la aculturación y los impactos ambientales.
Es reconocida a nivel nacional e internacional por su compromiso en la protección de los derechos y la identidad del pueblo garífuna en Honduras.
Por su parte, las comunidades campesinas del Bajo Aguán, situadas en la región nororiental de Honduras, representan un colectivo social históricamente comprometido con la defensa del derecho a la tierra y la justicia agraria. Organizadas en diversas cooperativas y movimientos campesinos, como el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), estas comunidades dependen principalmente de la agricultura para su sustento y desarrollo.



