Alerta 072-2023
Tegucigalpa, Francisco Morazán (C-Libre). – Las diputadas María Antonieta Mejía y Merary Díaz, del Partido Nacional de Honduras, sufrieron un ataque estigmatizante en el que fueron calificadas como “Muñecas de la mafia” luego de denunciar el abuso de poder que impera en el Congreso Nacional (CN).
Por lo anterior, el diputado Altamirano del partido político en el gobierno, manifestó que “El nivel de sensibilidad que tienen estos compañeros, si bien es cierto, como dicen ellos, su jefe no es Luis Redondo, eso lo tenemos claro todos, su jefe está en Nueva York; y al mejor estilo de las Muñecas de la Mafia salió un video ayer de cómo sacaban los cuetes de las mangas”.
El hecho sucedió durante un foro televisivo en que participaban las féminas, quienes expresaron su descontento con las autoridades del Poder Legislativo al realizar revisiones en las gavetas asignados a los diputados y congresistas de la bancada nacionalista en el hemiciclo.
La bancada del Partido Nacional emitió una comunicación sobre el asunto a través de una publicación en la plataforma social “X” y señalaron que las ofensas hacia sus compañeras de llamarlas “muñecas de la mafia”, es delito de violencia política y discriminación en cualquier parte del mundo en contra de las mujeres y, anunciaron que procederían de acuerdo al derecho interno y convenios internacionales.
Asimismo, las diputadas afectadas del Partido Nacional comparecieron el pasado 20 de septiembre ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde interpusieron una querella en contra de legisladores del Partido Libertad y Refundación (Libre), como respuesta al ataque recibido en días anteriores y en defensa de su honor y la libre expresión.
“Estamos sujetas a la crítica por nuestro accionar legislativo, pero que estas críticas no se vuelvan contra el honor”, dijo María Antonieta Mejía quien además expuso que las declaraciones de Altamirano constan al haber sido públicas a través de un medio de comunicación esto sustenta una querella a base a delitos de injuria y calumnia, contra el agresor.
En comunicación con el equipo técnico del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), la diputada Mejía, enfatizó que ese tipo de acciones realizadas por la oposición, son parte de una campaña gestada desde el poder Ejecutivo, debido a que “No encuentran actos de corrupción entonces tienen que buscar a descalificar el honor”.
En esa misma línea coincide un analista político hondureño también consultado por C-Libre, quien catalogó los comentarios del diputado Altamirano, como un mecanismo de desprestigio utilizado para disminuir la credibilidad en la crítica contra el oficialismo y limitar la libertad de expresión de la oposición.
Cabe resaltar que en conjunto con las diputadas Merary Díaz y María Mejía, la parlamentaria del Partido Nacional, Lissi Matute Cano, también presentó una querella, pero esta última, en contra de los congresistas de Libre, Bartolo Fuentes y Fabricio Sandoval, por mencionar en diferentes medios de comunicación, que ella supuestamente había robado fondos públicos durante el Gobierno de Juan Orlando Hernández.
Cano, a través de un medio escrito de circulación nacional, informó el pasado 19 de octubre de 2023, que, hasta el momento, en la Corte Suprema de Justicia no han admitido la querella y no han designado el juez natural para el caso y agregó que de no admitir la misma, procederá a una apelación como parte del proceso legal.
El Comité por la Libre Expresión, motiva a la dirigencia política del país para que ponga un alto a la estigmatización de las mujeres en Honduras. Este asunto niveles tan llamativos que incluso parece normalizada.
De ahí que es válido hacer notar que existen prácticas minúsculas en el tratamiento social hacia la población femenina que se suele ignorar por completo el hostigamiento físico y psicológico, mismas que podrían desencadenarse en problemas depresivos, consumo de drogas, baja autoestima o exclusión voluntaria de la mujer.
Tal parece, que, dentro de las agendas políticas de cada gobierno, apenas la violencia de género tiene cabida. Por lo que desde las instancias de C-Libre consideramos que es alarmante la vulnerabilidad que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia y precisamente la estigmatización se ha convertido en una forma de violencia en ascenso como parte de la violencia de género en Honduras.