Alerta 087-2018

Comité por la Libre Expresión (C-Libre).-  Desde varios perfiles de Facebook el joven “Ramón Enrique Jeréz Solórzano”, hijo  y sobrino de funcionarios públicos en Honduras, lleva meses hostigando y amenazando a  la periodista Gilda Silvestruchi, directora del programa “En la plaza” y corresponsal en Honduras para la cadena Telesur.

El día 11 de septiembre del presente año, la periodista publicó el siguiente mensaje en su perfil de Facebook:  “Como en éste país ya se sabe de qué lado están los operadores de Justicia, y hablo de la Corte, la Fiscalía, el comisionado de Derechos Humanos, la famosa unidad de sistema de Protección a Defensores de DDHH. Acudo a este medio para denunciar a un tipo con perfil de maniático, tratado siquiátricamente, adicto al juego de azar, las maquinitas y las pre pago. Se llama Ramón Enrique Jeréz Solórzano, encargado de hostigar y amenazarme, a través de su perfil y otros que crea con un IP situado en otros países, obviamente un trabajo hecho desde el gobierno. Ramón Enrique Jeréz Solórzano, es hijo de la abogada y magistrada Maria Teresa Jeréz Solórzano, brazo derecho de la abogada Vilma Cecilia Morales; sobrino del ex comisionado de Conatel, abogado Máximo Jeréz Solarzano” (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=2177872585786152&set=pcb.2177872612452816&type=3&theater)

En la misma denuncia, Silvestruchi deja constancia que si algo le ocurre a ella o a sus hijos, responsabiliza, no solo a Ramón Enrique Jerez Solórzano, “sino a juan orlando hernández (así en minúscula) quien mantiene empleada a esta gente, porque no les agrada nuestro trabajo”.

La periodista además evidenció que “ha puesto la denuncia en el Ministerio Público, en la Mecanismo de Protección, no porque espero algo de ellos, sino para dejar constancia de su inoperancia. Ellos saben cómo funcionan los IP y cuántos nombres tiene este sujeto desequilibrado, a su cargo y no hacen nada”.

Al respecto, C-Libre emitió la Alerta 051-2018 titulada “Se reactivan los ataques por redes sociales a defensores y periodistas”, en donde Silvestruchi denunció en el mes de mayo a la misma persona por enviarle “advertencias” a la periodista para que deje de atacar al gobierno  con frases como: “Vas a amanecer rociada de tiros”, así como mensajes que aluden directamente a su condición de mujer, a su vida privada e incluso a sus hijos.

Al respecto, el numeral nueve de la declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, manifiesta que “el asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada”.