El Informe Sin acallar la crítica ¡Recuperemos la palabra! presentado por el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) se realiza en el marco de un fuerte proceso por la despenalización de los denominados delitos contra el honor, que se imponen desde hace más de 39 años en Honduras contra las voces críticas de periodistas, comunicadores sociales, líderes de opinión y vocerías comunitarias con la clara intención de acallar las voces disonantes y analíticas de quienes ostentan el poder económico, político y criminal.

Desde 2001 a la fecha más de 40 personas han sido víctimas de estas acciones de prejuzgamiento judicial que ha llevado a condenas a decenas de periodistas, en el marco del ejercicio de su labor y ha establecido una onda silenciadora en los medios de comunicación bajo la amenaza de la persecución penal.

Tomar la palabra y los micrófonos puede ser considerado, en algunos contextos con alto tráfico de influencias, motivo de persecución y de posibles querellas como lo ha vivido por más de catorce años el periodista, Carlos Eduardo Ávila, al darle voz a las estudiantes víctimas de acoso sexual, acción que lo mantiene a un paso de la prisión, por una condena que se le imputa evidenciando que las voces de las mujeres son frecuentemente disminuidas en el sistema de justicia hondureño.

Aunque la protección al honor puede considerarse como una causa legítima para delimitar la libertad de expresión, se recurre a sentencias del derecho penal, una hipérbole de los procesos de castigo, el medio más restrictivo y severo para deducir responsabilidades ulteriores provocando efectos negativos o tendenciosos en el ejercicio democrático.

El Comité por la Libre Expresión recuerda que el simple hecho de abrir una investigación penal contra la prensa a raíz de diversas publicaciones y declaraciones sobre temas de interés público contraviene el ejercicio de la transparencia, además de restringir, o imposibilitar el derecho de informar, y el derecho a la sociedad a estar informada.

En este escenario, la violencia e impunidad que se vive en Honduras los graves problemas estructurales, no parecen dar pasos significativos para su resolución en los últimos dos años, no obstante, para C-Libre, es de vital importancia participar en la construcción de una democracia, que articule no solamente los liderazgos de la dirigencia país, sino a los ciudadanos y sus necesidades.

Agradecemos que la cooperación apoye el desarrollo de investigaciones temáticas  sobre la criminalización de personas defensoras del territorio, con especial énfasis en la  situación de mujeres defensoras y comunidad LGTBIQ+ y sobre los riesgos de la labor periodística en Honduras, con especial énfasis en la realidad de las mujeres periodistas y comunicadoras sociales, en el marco del proyecto Defender Derechos en Libertad y  con Seguridad, atendiendo a las diferencias de género de defensoras y defensores en Honduras, así como la reproducción de este informe que se realizó gracias a la  Cooperación Suiza, en el marco del Programa Proyecto «Fortalecimiento de los Derechos Civiles Políticos Económicos y Auditoria Social II Fase».

El Comité por la Libre Expresión quiere invitar al pueblo hondureño a repensar las estrategias para elevar la palabra, una palabra-canción, palabra-grito, palabra-protesta, palabra-sueño, palabra-derechos, es por eso por lo que invitamos a ¡Recuperar la palabra!

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