Alerta No. 081-2020
Comité por la Libre Expresión (C-Libre).- Al menos tres periodistas y trabajadores de medios, fallecieron a causa del COVID-19, en un contexto de fuertes denuncias por el manejo gubernamental de fondos asignados para el combate de la pandemia.
El fotoperiodista Pedro Boquín, murió el pasado 26 de junio, luego de batallar contra el COVID-19, destacó diario El Heraldo. Días antes, había sido ingresado al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) al ser positivo por COVID 19, sumado un cuadro de diabetes.
Durante el mes de julio, se registran las muertes de periodistas en la zona sur y en la capital hondureña. El pasado jueves 02 de julio, falleció Francis Jaqueline Bojórquez, en Choluteca luego de complicaciones en su salud tras ser diagnostica por COVID-19 y estar hospitalizada en el centro hospitalario de la ciudad sureña.
Bojórquez se destacó por ser corresponsal de Radio América por muchos años; además de catedrática universitaria, fundadora del capitulo de la Asociación de Prensa Hondureña (APH) y la Red de Alertas y Protección a Periodistas y Comunicadores Sociales (RAPCOS) en la zona sur.
Mientras que, en Tegucigalpa, falleció Pablo Gerardo Matamoros, director de prensa y presentador de noticias del canal HCH. El hecho ocurrió luego de permanecer hospitalizado en una clínica privada y un día antes de su muerte, se anunció de su estado grave de salud.
En su tercer boletín “Censurados por decreto” C-Libre reportó cerca de 20 trabajadores de medios, que resultaron positivo para COVID-19 en los departamentos de Cortés, Atlántida y Distrito Central.
En tanto, la organización Campaña Emblema de Prensa (PEC, por sus siglas en inglés), informó el 01 de julio, la muerte de aproximadamente 186 periodistas en 35 países. La organización puntualizó que América Latina “sigue siendo la región más afectada”.
El subdirector de comunicación e información de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Moez Chackchouk, expresó el pasado 27 de marzo que “la seguridad física y psicológica de los periodistas debe ser lo primero”.
“También recordó que los Estados y los actores titulares de deberes deben garantizar la seguridad de sus periodistas en la cobertura de la crisis sanitaria y de sus repercusiones sociales, de conformidad con las normas internacionales sobre la libertad de expresión”, pormenorizó el subdirector de información de la UNESCO.