Alerta No 027-2022
Choluteca. El Periodista, Carlos Eduardo Ávila, denunció que las autoridades judiciales de Choluteca lo persiguen y tratan de hacerlo llegar al Juzgado de Ejecución para capturarlo y enviarlo a prisión.
Carlos Ávila es un periodista perseguido, por haber publicado una denuncia suficientemente documentada, sobre el acoso sexual de un profesor del Institutito José Cecilio del Valle, contra sus alumnas de tercer año de computación. Él fue querellado y condenado a cuatro años de prisión, por el delito de calumnias.
Con el Código Penal anterior, Ávila podía conmutar la pena y pagando una caución monetaria, evitaba ir a prisión. Sin embargo, en diciembre pasado, el Tribunal de Ejecución, de oficio, le aplicó la retroactividad de la Ley y le redujo la condena de cuatro años a un año con dos meses, pero sin el derecho de conmutar. Ordena captúralo y ser llevado a la cárcel, porque la nueva Ley penal, no contempla ese beneficio.
A solicitud de la defensa del periodista, el referido Tribunal, programó una audiencia para el reemplazo de la pena. La acción debió desarrollarse en la tarde de este lunes 16 de mayo, con la asistencia personal de las partes, exceptuando al periodista Ávila, quien debió hacerlo de manera virtual, evitando caer en una trampa, ser capturado y enviado a prisión.
Sin embargo, la juez de Ejecución, determinó a última hora suspender la audiencia, argumentando que el imputado, no estaba presente. El periodista y su defensa son del criterio que las autoridades podrían utilizar la audiencia como un anzuelo para capturarlo y mandarlo a la cárcel.
“La juez, el fiscal, el querellante y su abogado están empecinados que llegue para enviarme a prisión a pesar de que presentamos la solicitud de audiencia virtual por enfermedad”, dijo el periodista, Carlos Ávila, en comunicación con el Comité por la Libre Expresión (C-Libre).
La defensa ha manifestado que ya son varias las veces en que le han solicitado a la juez, la suspensión o reemplazo de la pena, pero que cuando le mencionan que la audiencia se desarrolle de manera virtual, siempre dice que no hay condiciones para hacerlo.
Esa situación mantiene al periodista en la clandestinidad evitando ser capturado, su contexto es delicado y no le permite poder trabajar para el sustento de su familia. El caso de Ávila ya es conocido por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
El problema se agrava porque pese a las recomendaciones de organismos internacionales para la despenalización de los delitos contra el honor, el Código Penal vigente sigue contemplando figuras delictivas que atentan contra la libertad de expresión y la libertad de prensa.
En el marco del Día Internacional de Libertad de Prensa, celebrado el pasado tres de mayo, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió, resguardar la libertad de prensa y reformar los artículos del Código Penal aplicados a periodistas.
Desde el año 2009 cuando se incrementó la violencia contra los periodistas, Honduras es catalogado como uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo y desde las 2001 ya se registran 96 asesinatos contra periodista y personas ligadas a los medios de comunicación.