Alerta 0031-2022

Tegucigalpa, Honduras (C-Libre).- Un fotógrafo del Diario La Tribuna, de Tegucigalpa, fue víctima de un atentado criminal en la mañana de este sábado veintiuno de mayo, cuando realizaba su trabajo periodístico en el bulevar Kuwait de la capital hondureña.

El reportero gráfico, de quien para su protección se omite su nombre, se desplazaba en su motocicleta en esa zona de Comayagüela, recogiendo las imágenes de los desastres provocados por las lluvias que horas antes inundaron varias zonas de la capital. De pronto, una pareja que también se conducía en moto, lo interceptó y después de hacerle varios disparos con arma de fuego, le robaron su vehículo.

Según la víctima, el hecho ocurrió frente a una gasolinera, cuando él se encontraba haciendo las fotografías de la basura y los sedimentos arrastrados por la corriente del río Choluteca. Indicó, que una mujer joven, que se conducía en la parte de atrás de la moto que lo persiguió, le pidió la llave, pero que él, tratando de evitar el robo, inútilmente, intentó encenderla y marcharse.

El comunicador lamentó, que su motocicleta no haya encendido, porque en ese momento la mujer le gritó y le hizo dos disparos, obligándolo a entregarle su vehículo de dos ruedas.

En  la última década Honduras se situó en los primeros lugares como país de alto riesgo para el ejercicio del periodismo y pese a los compromisos asumidos por las autoridades con los organismos internacionales, los periodistas y comunicadores sociales de este país centroamericano, son asediados, amenazados, estigmatizados y algunos hasta asesinados. 

Solo en lo que va del presente año, ya se registran las muertes violentas de al menos tres comunicadores sociales, que engrosaron la cifra de 96, contados desde el 2001 y que en más del 90% se mantienen en la impunidad.

De acuerdo con los compromisos adoptados en el Examen Periódico Universal (EPU) Honduras debe implementar las medidas necesarias para proteger a los periodistas y comunicadores sociales, acabar con la impunidad, investigando y judicializando los casos hasta lograr sentencias condenatorias para los criminales.

Por tal razón, el Comité por la Libre Expresión (C-Libre), le solícita al Sistema Nacional de Protección de Periodistas y Defensores de los Derechos Humanos, actuar de oficio en el caso de este reportero gráfico y a las entidades operadoras de justicia, cumplir con todas las recomendaciones adoptadas y garantizar el derecho a la libre emisión del pensamiento.