Tegucigalpa, Honduras. – El Comité por la Libre Expresión (C-Libre) y la Red de Alertas y Comunicadores Sociales (RAPCOS), lamentamos el fallecimiento este día, del comunicador social y camarógrafo, Ricardo Alcides Ávila, del canal de televisión y radio Metro en la ciudad de Choluteca.

Manifestamos nuestra solidaridad con su familia y el gremio de prensa de la región Sur de Honduras.

Recordando que cualquier ataque, amenaza o desprecio a la libertad de expresión, a quienes ejercen la labor periodística de informar y comunicar, va en contra de un Estado democrático de derecho en el que se respetan los derechos humanos fundamentales.  

Ávila, muere a causa de atentado criminal, que ha sido manejado públicamente por la Policía Nacional como un supuesto de intento de robo, pero, existen otros hechos relacionados, que se deben investigar, el primero es la cobertura que realizaba de hechos policiales, así como el hecho de que días antes cambiara de número de celular, por suponer su teléfono estaba intervenido.

Demandamos que el Ministerio Público cuente con un Protocolo de Investigación de Muertes Violentas de Periodistas y Comunicadores sociales, debido a que en la mayoría de las acciones de investigación suelen utilizarse como principal línea de investigación hechos pasionales o de violencia común, contrario a lo que recomiendan los estándares internacionales.

Instamos a las autoridades del Mecanismo Nacional de Protección a proteger a los y las periodistas de Radio y Televisión Metro, quienes frecuentemente han sido víctimas de agresiones a la libertad de expresión, entre 2018 y 2022 el Comité por la Libre Expresión registró once (11) alertas cometidas en contra de los comunicadores de este medio de comunicación sureño, así como a la familia de Ricardo Ávila.

Exigimos justicia efectiva en la muerte violenta de Ricardo Ávila y para los 96 comunicadores y periodistas asesinados en Honduras desde el 2001.  

Las muertes violentas del gremio de prensa y comunicadores, se han incrementado desde el 2009 hasta la fecha y aún el 90% de estos se mantienen en la impunidad.

Este incremento en los ataques y asesinatos contra periodistas y comunicadores sociales, sumada la impunidad en que operan quienes cometen estos delitos, mantiene a Honduras, situada por los organismos internacionales de derechos humanos, entre los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo. 

Recordamos que en mayo de 2015 y 2020, en el Examen Periódico Universal (EPU) el Estado se comprometió a garantizar la libertad de expresión, los crímenes contra la prensa continúan en 2022.

De acuerdo con la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, “El asesinato, secuestro, intimidación, amenaza a los comunicadores sociales, así como la destrucción material de los medios de comunicación, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión. Es deber de los Estados prevenir e investigar estos hechos, sancionar a sus autores y asegurar a las víctimas una reparación adecuada.”

Finalmente, hacemos un llamado a las autoridades del Estado de Honduras a esclarecer este atentado criminal que llevo a la pérdida de la vida del colega Ricardo Alcides Ávila, con el fin de presentar ante los tribunales de justicia a los responsables.

29 de mayo de 2022