Alerta 039-2022

Trujillo Colon, Honduras (C-Libre). – El dirigente campesino, Marco Tulio Paredes Molina (44), presidente de la Cooperativa Campesina Veintiuno de Julio, fue asesinado a tiros, en la comunidad de Marañones, jurisdicción de Trujillo, Colón.

El crimen, lo ejecutaron el pasado viernes, veintisiete de mayo, individuos fuertemente armados que llegaron a quitarle la vida, en su casa de habitación, situada en la margen izquierda de esa comunidad. 

Marco Tulio Paredes fue un destacado dirigente del Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA), una organización que a inicios de la década pasada mantuvo una fuerte disputa de tierras con los terratenientes y empresarios agroindustriales, Miguel Facusé Barjum, René Morales y Reynaldo Canales.

Datos del Observatorio Permanente de los Derechos Humanos de esa región, indican que, en el conflicto por esa tierra, 128 personas fueron asesinadas y seis desaparecidas, entre 2008 y 2013. En ese escenario, los campesinos fueron estigmatizados, perseguidos y amenazados por terratenientes, los empresarios y el gobierno de Porfirio Lobo Sosa.

A finales del 2010, el expresidente, Lobo Sosa, militarizó la región del Aguan con el argumentó que en esa región los campesinos estaban organizados en un grupo guerrillero y poseían armas de alto poder para desestabilizar al gobierno. 

En ese mismo contexto, el 14 de agosto de 2011, seis guardias de seguridad, empleados de Miguel Facusé, fueron asesinados. Las autoridades no investigaron el hecho, pero los medios de comunicación, ligados con los intereses del empresario y del gobierno, responsabilizaron de este crimen, a Marco Tulio Paredes Molina y a tres personas más.

Desde el golpe de Estado de junio del 2009, las violaciones de los derechos humanos se intensificaron en Honduras, siendo las principales víctimas los defensores de la tierra, el ambiente y los territorios. Para el Comité por la libre Expresión (C-Libre), la situación es preocupante, porque el Estado ha dejado de tutelar los derechos de los campesinos y de las demás personas que trabajan en la zona rural.

El 17 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales, otorgándoles a los campesinos el derecho a disfrutar plenamente de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales que se reconocen en la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y todos los demás instrumentos internacionales de Derechos Humanos, sin ningún tipo de discriminación.

Este documento, que se encuentra adherido al estamento jurídico nacional, establece que los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales tienen derecho a definir y desarrollar prioridades y estrategias para ejercer su derecho al desarrollo. 

También señala, que los Estados adoptarán las medidas apropiadas para eliminar las condiciones que originan la discriminación de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales o contribuyen a perpetuarla, incluidas las formas múltiples a entrecruzadas de discriminación.