ALERTA 71-2024
El Progreso, Yoro (C-Libre). Denuncian que cuatro enfermeras resultaron agredidas por agentes de la Policía Nacional quienes desalojaron a la fuerza al personal de salud que se manifestaban pacíficamente en una de las vías del puente la Democracia, en zona del norte de Honduras. Trascendió en medios de comunicación de la zona con cobertura nacional que la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH) llevó a cabo una protesta pacífica, en demanda de mejoras salariales, contratación de más personal para reducir la sobrecarga laboral y la asignación de plazas fijas a quienes desde hace años se mantienen bajo contratos temporales.
“cuatro enfermeras resultaron agredidas a patadas, golpes, empujones, insultos, por la policía; una de ellas fue trasladada de emergencia a un centro asistencial de la ciudad”, comentó Alma Urbina coordinadora de la ANEEAH en el departamento de Yoro, “posiblemente sufrió un esguince en su pierna izquierda, producto de la pateada que le dieron los policías”, precisó Urbina.
“Nos reprimieron a patadas y empujones, como si fuéramos delincuentes, lo único que exigimos es que se nos respete y que se cumplan los compromisos asumidos por el gobierno desde hace dos años”, declaró Urbina visiblemente indignada. Según denuncias públicas de la ANEEAH, mientras ellas continúan trabajando bajo condiciones precarias, en algunos casos otros trabajadores con apenas tres o cuatro meses de servicio ya han recibido plazas permanentes en el sector salud, a esto se suma la falta de insumos básicos en los hospitales, generando un creciente malestar entre el personal de enfermería.
La dirigente calificó de irónico que la represión haya tenido lugar precisamente en el puente que lleva por nombre La Democracia, subrayando el contraste entre el lugar de los hechos y la violencia sufrida al ejercer su derecho a la protesta.
Durante la protesta, también trascendió que en varias ocasiones son los propios trabajadores de enfermería quienes deben realizar colectas internas para comprar medicamentos a los pacientes, ya que en el hospital de El Progreso existe un desabastecimiento crónico de insumos.
La represión contra las enfermeras trascendió en distintos medios de comunicación de cobertura nacional que llegaron a la zona de la protesta: https://www.facebook.com/share/v/1CG41xd1w4/
La agresión policial en El Progreso generó reacciones inmediatas en otras ciudades como Tegucigalpa, Bajo Aguán y San Pedro Sula, donde enfermeras y enfermeros también salieron a las calles en solidaridad con sus compañeras, estas acciones buscan presionar al gobierno para que cumpla con los compromisos adquiridos hace dos años, enfocados en mejorar las condiciones laborales del personal de enfermería auxiliar.
Desde el Comité por la Libre Expresión, instamos a las autoridades de seguridad el respeto del derecho a la protesta que la misma Constitución de la República garantiza a la población hondureña. Como Derecho a la protesta pacífica y libertad de expresión la carta magna reconoce el derecho de reunión pacífica sin armas (art. 79) y el derecho a la libertad de expresión (art. 72). así mismo normas internacionales como: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 21) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 15) protegen la libertad de reunión pacífica y que Honduras ha ratificado.
Tal es el caso de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención de Belém do Pará, que obligan al Estado hondureño a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y en este caso la mayoría de las afectadas fueron mujeres. Con esto el Estado podría ser cuestionado no solo por represión sindical, sino por violencia de género institucional al dirigir la fuerza desproporcionada contra trabajadoras mujeres en un contexto de protesta laboral.
Sin duda alguna, la represión policial contra enfermeras que ejercían su derecho a la protesta constituye una violación a la libertad d expresión y al derecho de manifestación, por otra parte, es lamentable que lejos de resolverse mediante el diálogo, evidenció una vez más las tensiones entre el gremio y las autoridades de salud.
Finalmente desde C-Libre, consideramos que el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía debe usarse como último recurso, de manera proporcional y necesaria tal como se establece en los principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley (ONU, 1990).
El hecho denunciado respecto a que 60 policías contra 20 enfermeras, reducidas con golpes, empujones e insultos, sin duda alguna esto representa un uso desproporcionado de la fuerza, de ahí que esta posible violación del principio de proporcionalidad y necesidad, podría configurar responsabilidad estatal por violencia institucional.