Puerto Cortés, Cortés (C-Libre).- Portando sus escudos antimotines, toletes y previamente haber lanzado un chorro de agua y posiblemente bombas de gas lacrimógeno, agentes de la Policía Nacional desalojaron de manera forzosa a varios habitantes de la comunidad El Chile en la zona norte de Honduras. 

Se puede ver en los videos que circularon en las redes sociales de varios espacios informativos que el nutrido grupo de policías se va de frente a los manifestantes, quienes cubrían su integridad únicamente con la Bandera Nacional y una vez desalojan a empellones a quienes portan el símbolo patrio; otro grupo de policías proceden a perseguir y dar golpes a varios de las personas quienes corren para salvaguardar su integridad física.

Cortesía de Radio América: https://www.youtube.com/watch?v=3rerwKOy418

Según narran otros vecinos del sector, la protesta ciudadana se debe a los daños ambientales que producen las actividades de una empresa minera que opera en ese sector de Cortés y que al momento draga río con la utilización de unas ocho bombas y la que también realiza actividades de extracción de minerales preciosos con dinamita.

Cortesía de Hoy Mismo (TVC): 

En declaraciones a medios informativos de cobertura nacional, Carlos Días, vecino del sector dijo “Esto es apenas el inicio de una gran lucha”, pues necesitan ser escuchados en sus demandas sociales en la defensa de los recursos naturales del sector El Chile y zonas aledañas en el departamento de Cortés.

Cortesía HCH: https://www.youtube.com/watch?v=WK7A3OsZ-kc

Para las organizaciones de la Sociedad Civil Organizada en Honduras, el desalojo forzoso de las protestas es una acción incoherente pues “el gobierno mismo nació en las calles y no pueden desalojar manifestaciones con el uso de la fuerza desproporcionada” eso va en contra de los derechos humanos a la protesta ciudadana. Además “es importante conocer la cadena de mando que está dando la orden de los desalojos”, expresó al equipo técnico Mery Agurcia, reconocida defensora de Derechos Humanos en el país. 

“¿Cuáles son los intereses en realizar un desalojo con el uso de fuerza desproporcionada?, ¿Qué tipo de armas u objetos están asignando a los agentes de policía para estas acciones de desalojo?”, son algunas de las interrogantes que la señora Agurcia, espera que respondan las autoridades de seguridad en el país. 

Desde el Comité por la Libre Expresión (C-Libre), se insta a las autoridades correspondientes para que se proceda a la creación de un protocolo de atención de la protesta ciudadana, pues se debe escuchar la voz ciudadana que tiene muchas cosas que decir. Por otra parte, desde la oficina central de C-Libre en Tegucigalpa se coincide con las apreciaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos al sostener que “La protesta social es un elemento esencial para la existencia y consolidación de sociedades democráticas y se encuentra protegida por una constelación de derechos y libertades que el sistema interamericano garantiza tanto en la Declaración Americana de los Derechos y Obligaciones del Hombre como en la Convención Americana de Derechos Humanos”. 

Sigue la CIDH En efecto, los derechos a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación garantizan y protegen diversas formas -individuales y colectivas- de expresar públicamente opiniones, disenso, demandar el cumplimiento de derechos sociales, culturales y ambientales y afirmar la identidad de grupos históricamente discriminados. La protesta también juega un papel central en la defensa de la democracia y los derechos humanos. De acuerdo a los instrumentos del sistema interamericano, el ejercicio conjunto de estos derechos fundamentales hace posible el libre juego democrático.