Tegucigalpa, Francisco Morazán (C-Libre).- Con botellazos de agua y latas de cerveza, el equipo de prensa de Hable Como Habla (HCH), integrado por el periodista Luis Anariba y el camarógrafo Kevin Herrera, fue agredido física y verbalmente por simpatizantes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE). Según relato de Anariba, cuando intentaron ingresar a la sede, les gritaron que eran “vendidos”, que “no podían ingresar” y que “estaban mintiendo”, seguidamente comenzaron a lanzarle objetos como latas de frescos y latas de cerveza.

En declaraciones al equipo técnico del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), Luis Anariba comentó que entre unos 100 a 200 personas estaban en la sede del Partido Libertad y Refundación y que a pesar de identificarse como prensa y explicar que su presencia obedecía exclusivamente a la labor de informar al pueblo hondureño, sin embargo los ataques verbales escalaron rápidamente hacia agresiones físicas, los militantes de este partido político comenzaron a lanzarles agua, botellas y latas de cerveza

El periodista Luis Anariba fue impactado en la cabeza por una lata de cerveza, lo que le provocó un golpe visible (“un gran chichote”), mientras que el camarógrafo Kevin Herrera recibió el impacto de una botella llena de agua en el cuello, además de otras latas de refrescos y cerveza.

El ataque obligó al equipo de prensa a retirarse del lugar, limitando su derecho –y el de la ciudadanía– a recibir información veraz y oportuna sobre un hecho de alto interés público.

El Comité por la Libre Expresión (C-libre) considera que este hecho ocurre en un clima cada vez más hostil para el ejercicio del periodismo en Honduras, particularmente durante coberturas de carácter político. La agresión contra el equipo de HCH no constituye un hecho aislado, sino que se suma a una serie de ataques, hostigamientos, intimidaciones y restricciones al trabajo de prensa por parte de actores políticos y sus simpatizantes.

Resulta especialmente grave que la agresión haya ocurrido en el marco de una convocatoria pública, donde la presencia de medios de comunicación no solo es legítima, sino necesaria para garantizar el derecho ciudadano a estar informado. C-Libre advierte que normalizar la violencia contra la prensa desde espacios políticos representa un grave retroceso democrático y envía un mensaje de permisividad hacia el irrespeto de los derechos fundamentales.

Si bien los agresores materiales fueron simpatizantes del Partido LIBRE, existe una responsabilidad política indirecta de los líderes que convocan a este tipo de actividades, al no garantizar condiciones mínimas de seguridad y respeto para el trabajo periodístico.

La violencia contra periodistas no puede ser justificada bajo ningún discurso político, ideológico o partidario. El hecho de que los agresores actuaran en masa, con insultos, objetos contundentes y violencia directa, evidencia un ambiente de intolerancia que debe ser condenado sin ambigüedades.

La agresión contra el periodista Luis Anariba y el camarógrafo Kevin Herrera constituye una violación directa a la Constitución de la República de Honduras, particularmente:

Artículo 72: Garantiza la libertad de expresión del pensamiento por cualquier medio de difusión, sin previa censura.

Artículo 73: Establece que no puede restringirse el derecho de emitir opiniones por medios indirectos.

Artículo 59: Reconoce que la persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado, por lo que su dignidad e integridad deben ser respetadas.

Asimismo, la Ley para la Protección de Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia establece la obligación del Estado de prevenir, proteger y garantizar la seguridad de quienes ejercen el periodismo, especialmente en contextos de riesgo como coberturas políticas.

Honduras también está obligada a respetar los estándares internacionales en materia de libertad de expresión, entre ellos:

Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: Garantiza el derecho a la libertad de pensamiento y expresión, así como el derecho de buscar, recibir y difundir informaciones sin restricciones indebidas.

Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión (CIDH): Establece que todo acto de violencia contra periodistas es una grave violación a los derechos humanos y atenta contra la democracia.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Artículo 19): Reconoce el derecho a la libertad de expresión como pilar fundamental de las sociedades democráticas.

El ataque con objetos contundentes contra periodistas no solo vulnera la libertad de prensa, sino que pone en peligro la vida, lo que podría constituir también delitos penales perseguibles de oficio.

Desde el Comité por la Libre Expresión (C-Libre):

  • Condenamos enérgicamente la agresión contra el periodista Luis Anariba y el camarógrafo Kevin Herrera.
  • Advertimos que estos actos constituyen una forma de censura violenta, encaminada a intimidar y silenciar el trabajo periodístico.
  • Alertamos que este tipo de hechos incrementan el riesgo estructural para los comunicadores sociales en Honduras.
  • Exigimos a los partidos políticos asumir una postura firme y pública contra la violencia hacia la prensa, vengan de donde vengan.

C-Libre exige:

  • Una investigación inmediata, imparcial y efectiva por parte del Ministerio Público.
  • La identificación de los responsables materiales de las agresiones.
  • Garantías de no repetición en actos políticos futuros.
  • Pronunciamiento público del Partido LIBRE condenando los hechos y desmarcándose de cualquier acto de violencia contra medios de comunicación.
  • Reparación moral y garantías de seguridad para los periodistas agredidos.

La libertad de expresión no se negocia, no se silencia con insultos, ni se elimina con botellazos o pedradas. Cada agresión contra la prensa es una agresión directa contra el derecho de toda la población a estar informada.

Hoy fue el periodista Luis Anariba, mañana puede ser cualquier otro comunicador que cumpla con su deber de informar. Callar ante estos hechos es legitimar la violencia.