Alerta No. 068-2021

Comité por la Libre Expresión (C-Libre). – Un nuevo patrón de violencia y censura se estableció generadoras de contenidos se registró en el mes de septiembre en contra de tres mujeres “tiktokeras” asesinadas en diferentes momentos, aparentemente no relacionados, en la zona norte y centro de Honduras.

De acuerdo con la información recabada por el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) las jóvenes cuyas edades oscilaban entre los 16 y los 35 años tenían en suma cerca de 125 mil seguidores, de contenidos relacionados especialmente al entretenimiento.

Aunque las autoridades aún no han capturado a ninguno de los agresores, entre las líneas de investigación, únicamente apuntan a crímenes que consideran “pasionales”. No obstante, C-Libre llama a ampliar la investigación sobre este patrón de silenciamiento que podría relacionarse con los contenidos o perfiles de sus seguidores, considerando que esta nueva plataforma de contenidos sustituyó a otras como un mecanismo de divulgación de información y entretenimiento que cobró mayor relevancia, en los últimos meses, a partir de los encierros y aislamientos en el marco de la pandemia actual.

La joven Dunia Lizeth Rodríguez Montufar (16), fue encontrada sin vida y con signos de tortura y violación el pasado 18 de septiembre, a orillas del río Choloma, departamento de Cortés. El cuerpo de Rodríguez estaba en una bolsa negra. Dos días antes, el cuerpo de su padre, Carlos de Jesús Rodríguez (41), fue encontrado en la misma zona, luego que ambos se reportaron como desaparecidos.

Según las hipótesis de las autoridades de Cortés, el doble crimen fue cometido por miembros de una pandilla que opera en aquel sector porque la adolescente “se negó a ser la novia de uno de ellos”, sin embargo, no se ha brindado mayor información sobre los autores materiales e intelectuales.

Rodríguez Montufar era conocida en la plataforma china Tik Tok, como chelita18118 y su cuenta, que todavía está habilitada, tiene más de 22 mil seguidores.

El 19 de septiembre, un día después de encontrar el cuerpo encostalado de Rodríguez, encontraron los cuerpos acribillados de Scarleth Victoria Cruz Alemán (16), otra joven tiktokera, junto a sus hermanas Jazmín Ivania Cruz Alemán (22) y María de los Ángeles Alemán (14), en una zona conocida como Emanuel, al noroeste de Tegucigalpa.

Cruz Alemán tenía más de 3,000 seguidores en la aplicación china. Al igual que Rodríguez, subía contenido de entrenamiento a su perfil, con parodias, bailes, doblajes, entre otras dinámicas características de TikTok, que son bastante populares entre la denominada “generación centennial”.

Claudia Ninoska Pacheco Peraza (35), fue la tercera creadora de contenido para la misma red social que fue asesinada en el mes de septiembre del 2021. Pacheco Peraza, conocida como Daniela Peraza en su perfil de TikTok, recibió un disparo en el rostro y abdomen, según datos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), quienes han declarado en los últimos días que podría tratarse de un femicidio.

Al igual que las jóvenes Rodríguez Montufar y Cruz Alemán, Pacheco Peraza generaba contenido en la red social para más de 100mil seguidores, mostrando su vida junto a su esposo e hijas, rutinas de ejercicios y doblajes de voz.

Para la consultora en Seguridad Ciudadana, Arabeska Sánchez, aunque todavía falta que las unidades de investigación policial verifiquen todos los elementos para descartar hipótesis de cada uno de los crímenes, todo apunta a que se trata de femicidios con conexión al cromen organizado, especialmente en el caso de las adolescentes.

Este tipo de agresiones a mujeres creadoras de contenido, genera una consternación en la sociedad, y vulnera en gran medida la seguridad y protección entre las personas que se dedican a comunicar, expresar y generar contenido para una gran masa de usuarios de internet, especialmente para las mujeres.

Esta forma de censura, podría considerarse similar a lo que ocurre cuando asesinan a modelos o reinas de belleza, como el caso de femicidio de la Miss Honduras, María José Alvarado y su hermana Sofía Trinidad Alvarado en 2014, cuyos asesinatos cobran otra connotación cuando se trata de figuras y vocerías públicas.

Según la declaración Conjunta del Marco Jurídico Interamericano sobre la Libertad de Expresión de 2006, se estableció que “los ataques como los asesinatos, secuestros, hostigamientos y/o amenazas hacia los que ejercen su derecho a expresarse libremente (…) constituyen una amenaza significativa a la libertad de expresión y al libre flujo de información al público”.

El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), en lo que va del año 2021, más de 260 mujeres han sido asesinadas en el país.