Alerta 25-2022

El comunicador social, Omar Antonio Hurtado Carranza (46), fue ultimado a tiros, el pasado once de marzo, en la colonia La Pradera en San Pedro Sula. Con la evidencia de haber recibido varios impactos de bala, su cuerpo sin vida fue encontrado por la Policía Nacional en una calle de esa localidad.

Hurtado Carranza era licenciado en Ciencias de la Comunicación y Publicidad y laboró como camarógrafo en importantes medios de comunicación de San Pedro Sula, como, Campus Tv, Sula Visión y canal 11, entre otros.

Sin embargo, la precariedad del trabajo en los medios de comunicación obligó a este comunicador social, a retirarse de su profesión y trabajar como cobrador en una empresa distribuidora de electrodomésticos.

“Condenamos y exigimos a las autoridades dar con el paradero de los responsables” denunció en su página de Facebook, el programa, STV Noticias.

La publicación de este programa de televisión, señala entre otras cosas que la falta de trabajo digno en los medios de comunicación obligó al comunicador social a buscar empleo en una empresa ajena a su profesión.  “Por recibir pírricos salarios por parte de medios de comunicación decidió lanzarse a trabajar como cobrador” , señala  STV Noticias.

 

 

Ante tal situación también es válido mencionar que el extinto, comunicador social, también intentó mejorar sus condiciones de vida fundando una empresa dedicada a la fotografía, que no le dio resultados favorables por falta de clientes. Su idea era cubrir eventos de diversa naturaleza.

 

En lo que va del año 2022 ya suman tres, los comunicadores sociales que han fallecido violentamente en Honduras. El primer asesinato ocurrió el nueve de enero pasado, en la aldea, Tierra Colorada, de San Marcos de Caiquín, departamento de Lempira. Allí fue abatido a tiros, Pablo Isabel Hernández Rivera, director de Radio Tenan.

 

Y de la misma forma murieron asesinados, Omar Antonio Hurtado Carranza y Carlos Peralta, el once de marzo y el once de abril, respectivamente. Éste último conducía un programa de música romántica en un canal de televisión de La Ceiba Atlántida y también conducía un taxi, en esa caribeña ciudad.

 

Sumando los tres comunicadores sociales asesinados en este año, ya son 96 los crímenes contra periodistas que se han registrado en Honduras, desde el año 2001, cuando el cronista deportivo, Arístides Soto, fue encontrado muerto en un famoso hotel sampedrano. De estas muertes violentas, más del 90% continúan impunes por falta de investigación, según informes de organismos de derechos humanos.

 

Ante tal situación el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) les recuerda a las autoridades operadoras de justicia, que los crímenes contra los periodistas y comunicadores sociales solo pueden reducirse, mediante la judicialización y condena de los responsables.

 

A partir del Golpe de Estado del 28 de junio 2009 los crímenes contra los periodistas se incrementaron en el país y en el Examen Periódico Universal (EPU) Honduras se comprometió a investigar y condenar a los responsables de esos asesinatos, deuda que las autoridades mantienen pendiente con la sociedad hondureña y la comunidad internacional.