Alerta 027-2023

Zambrano, Francisco Morazán (C-Libre).- Con una tanqueta de chorro de agua, empujones y balas de goma dispersaron una protesta que varios expolicías realizaban a unos 40 kilómetros de Tegucigalpa, la capital hondureña.

Apostados en un sector de la CA-5 a la altura de Zambrano, unos cincuenta ex miembros de la Policía Nacional reclamaban su reincorporación y respecto a sus derechos humanos. Esto sucedía, mientras esperaban que otros miembros esta organización fueran recibidos en Casa de Gobierno para presentarle a la presidente Xiomara Castro, un documento con toda su problemática.

Según las imágenes transmitidas por varios medios de comunicación que estaban en la zona de conflicto, los agentes de la Policía Nacional armados con toletes y protegidos con sus escudos antimotines se agruparon en una triple barrera y mientras empujaban a quienes reclamaban el respeto de sus derechos humanos, los tripulantes de la tanqueta les agredían con los fuertes chorros de agua.

Al instante se escuchan algunas detonaciones y se ve alguna cantidad de humo, lo que hace pensar que se trata del retorno de la utilización de gas lacrimógeno, en el desalojo de las protestas en el país; esta versión pudo ser confirmada una de las mujeres policías en condición de retito, presentes en la protesta y por el análisis de ese momento.

Durante la acción policial varios agentes fueron asignados para esconder cualquier indicio que se pudo haber utilizado algo más que balas de goma, pues se observa a miembros de la Policía recogiendo capsulas del suelo luego de su detonación y reservarlas en una mochila.

A consideración de periodistas si se trata del uso de gases lacrimógenos, pese a las declaraciones públicas de la Policía Nacional en sus plataformas digitales y al respaldo desde Casa Presidencial de las actuaciones realizadas, vía comunicado de prensa.

Frente a la información divulgada en los medios de comunicación, la Policía Nacional, tachó como falsa, la información sobre la utilización de gas lacrimógeno para dispersar la protesta y aseguró que “se utilizó un dispositivo de mono, tiro de Hule, de 40 mm no letal usado para realizar dispersión de multitudes, muy diferente a la de granada de gas lacrimógeno”.

Desde el Comité por la Libertad de Expresión, señalamos a la ciudadanía en general y Policía Nacional que todas las personas tienen derecho a la manifestación pacífica entiéndase concentraciones, protestas, huelgas y paros, entre otras, lo que significa expresar en público, de manera individual o colectiva, y por medios no violentos, la insatisfacción, desacuerdo o indignación con hechos o situaciones que les afecten directamente o perjudican el interés público, exigiendo soluciones o cambios en el marco de una sociedad libre y democrática.

La manifestación pacífica es un acto legítimo contra violaciones de los derechos humanos, políticas de gobierno o actividades de terceros, siendo la libertad de reunión una condición de ésta. Las manifestaciones pacíficas constituyen una expresión del derecho a la libertad de reunión y, amparadas en este derecho, no requieren de autorización previa. En todo caso debe aplicarse un procedimiento de notificación, siempre que éste no restrinja de manera indirecta el derecho a la reunión pacífica.

Cobertura del desalojo