Alerta 172-2016

Comité por la Libre Expresión (C-Libre). Una nueva campaña de odio contra periodistas nacionales e internacionales apareció en redes sociales, según denuncias de algunos de los afectados.

La acción va dirigida contra comunicadores que fueron víctimas de otros ataques, pero esta vez incluyen al fotógrafo de la Agencia EFE, Gustavo Amador, y al fotógrafo de la Agencia Reuters, Jorge Cabrera.

En el ataque también se incluye al director del periódico hondureño El Libertador, Johny Lagos, la académica de la Universidad de California y columnista de New York Times, Dana Frank y al periodista español, Alberto Arce, corresponsal del mismo diario estadounidense.

La acusación es también contra la activista por los derechos humanos codirectora de la organización no gubernamental Rights Action, Annie Bird; se incluye además a Nina Lakhani, periodista freelance del periódico británico The Guardian; a la estadounidense Amy Goodman y a Juan Gonzales, ambos de Democracy Now; el corresponsal de Telesur en Ingles, Gerardo Torres y el artista y compositor, Pavel Núñez.

Campaña de Casa Presidencial
Lagos denunció que este es la segunda vez que es víctima de una campaña sucia en su contra y señaló, “que es fácil asumir su procedencia desde las plataformas creadas y financiadas por Casa Presidencial y su equipo de asesores”.

La iniciativa trata de vincular a los investigadores, periodistas nacionales e internacionales con los partidos de oposición en Honduras, el Partido Libertad y Refundación y el Partido Anticorrupción (PAC).

Al mismo tiempo que divulgaron las publicaciones en redes sociales, apareció un artículo en el sitio digital Nos Queda Claro. El lenguaje utilizado justifica la campaña, estigmatiza a los periodistas y académicos e incluye al director del periódicoEl Confidencial.hn, David Romero Ellner.

Según Lagos, el fondo de la campaña es responsabilizar a todos los señalados, como los agentes dedicados a desprestigiar Honduras en el plano internacional, o sea, asignarles el rol de «malos hondureños» o «gente mal intencionada, que odia Honduras».

En la página web deno aparece claramente la identidad de los administradores del sitio y únicamente describen, «somos una revista social integrada por un grupo de estudiantes y profesionales, críticos que analizamos y revisamos los discursos y los mensajes de los partidos políticos y sus representantes, además de sus actuaciones incoherentes. Queremos señalar y dar a conocer los intereses ocultos detrás de sus palabras y que el pueblo hondureño no se lo crea. Brindándole la oportunidad a usted de que se forme su propia opinión».

La apología del odio es un discurso no protegido por los estándares de derechos humanos. El artículo 13 de la Covención Americana de Derechos Humanos en el artículo 13 numeral 5, establece que «estará prohibida por la ley toda propaganda en favor de la guerra y toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión, idioma u origen nacional».